Las encuestas electorales y las versiones periodísticas indican una disputa cerrada entre los dos principales candidatos a la presidencia de Estados Unidos, Kamala Harris, demócrata, y Donald Trump, republicano, por eso, el voto de la comunidad latina jugará un papel clave, especialmente en los siete estados, donde el sufragio para uno u otro partido no es seguro.
En Estados Unidos, la elección presidencial es indirecta, ya que los votantes eligen delegados por estado, quienes conforman el Colegio Electoral, que es el encargado de elegir al presidente (a). Aunque estados grandes como California y Texas tienen más delegados, hay siete entidades especialmente clave en este proceso: Pensilvania, Carolina del Norte, Georgia, Michigan, Arizona, Wisconsin y Nevada.
Según el Pew Research Center, la población latina representa un porcentaje significativo del electorado en esos estados. En Arizona, se espera que más de 855,000 latinos voten, un aumento del 57.5% respecto a 2016, lo que equivale a casi uno de cada cuatro votantes.
En Georgia, se prevé que alrededor de 195,000 latinos emitan su voto, un incremento del 20.8% con respecto a 2016. En Nevada, aumentaría 40.8% la participación latina respecto a 2016, casi 280,000 latinos votando.
Según el Proyecto Participación Cívica de California, en Pensilvania, los latinos representan un 3.8% del electorado habilitado, y en 2016, la diferencia en votos entre el primer y segundo lugar en esa elección presidencial fue de apenas 44,292 votos.
Además, es posible que aumente, aunque de manera moderada, el número de representantes latinos en el Congreso. Según Dorian Caal, director de Participación Cívica de NALEO, una organización que promueve la participación electoral latina, se estima que 17.5 millones de latinos votarán en las elecciones, lo que representa un aumento del 6.5% respecto a 2020 y un 38.3% más que en 2016.
Caal indicó que este aumento otorga a la comunidad latina un papel decisivo, ya que uno de cada diez votantes será latino. Las encuestas que demuestran una escasa diferencia en la intención de voto entre la candidata demócrata Harris y el republicano Trump han dirigido la atención a los estados con electores divididos, conocidos como «swings» o «estados bisagra», que son fundamentales para decidir la elección.
Abraham Pensamiento