Sin censurar, se deben evitar campañas sucias en redes: Martín Zumaya
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Sin censurar, se deben evitar campañas sucias en redes: Martín Zumaya

Durante el proceso de la histórica elección del Poder Judicial, se difundieron en redes sociodigitales noticias falsas y campañas de desinformación sobre esos comicios. En tales campañas participaron profusamente empresarios como Ricardo Salinas Pliego, junto con sus comentaristas, lo que no había ocurrido, advierte el experto en medios digitales Martín Zumaya, quien recomienda controles a la difusión de información apócrifa.

Carlos Padilla Ríos

-Maestro Zumaya en las mediciones en redes socio-digitales realizadas por usted, acerca de las campañas para no votar en la elección judicial del 1 de junio, ¿qué encontró?

-Algo que fue muy relevante, no solamente el llamado a no votar desde cuentas que pueden ser de creadores de contenido o anónimas en redes sociales, consistió en la participación de actores políticos, y no tan políticos, así como el énfasis realizado desde medios corporativos, siendo uno de los ecos, Ricardo Salinas Pliego. Esto no lo habíamos visto en otros momentos. La oposición o los grupos opositores siempre tienen ciertos referentes como Xóchitl Gálvez, Marko Cortés, Alejandro Moreno, quienes son los voceros de estas narrativas. Pero algo que sí es interesante es cómo en este caso, un miembro de la oligarquía como Ricardo Salinas Pliego -con poder económico y político-, es el que se presenta como el paladín de esta campaña. Es muy interesante observar cómo utiliza todos los medios que tiene a su disposición para ampliar esta narrativa. Desde su cuenta personal de X, las cuentas de sus periodistas, de su televisora, de los noticiarios e incluso las conferencias desde su propia universidad. Entonces, eso es algo muy particular, cómo se organiza todo este aparato de comunicación alrededor de la misma narrativa.

-El seguimiento que ustedes hicieron en redes primero de las dos campañas para no ir a votar, y luego de desacreditar los resultados, ¿hubo diferencias o impactos?

-Sí, en términos de volumen de publicaciones durante el día de la jornada electoral del 1 de junio. Aunque también entre los días lunes y martes, vimos básicamente el mismo número de publicaciones, que fue alrededor de un millón, a diferencia de lo que se generó más o menos en una misma semana. Lo que sí notamos es que durante la jornada electoral sí hubo mayor intensidad de publicaciones a lo largo de esos días en particular. La campaña de boicot fue más larga, la frecuencia de las publicaciones al igual que el volumen fue mucho más elevado en un periodo muy corto de tiempo.

-¿Qué coincidencias o diferencias encontraron entre las campaña sucias salidas desde otros países, como  España, y las generadas desde México?

-Algo que identificamos en las últimas campañas, sobre todo en las enfocadas en desincentivar la participación en las elecciones es que estuvo muy presente TV Azteca, al igual que todos los medios corporativos. Además de diferentes tipos de cuentas: las cuentas de creadores de contenido, las cuentas de periodistas, las cuentas de políticos. Algo que nos llamó la atención fue abiertamente el uso de los medios institucionales para ampliar la campaña. También notamos en la última campaña en contra de la Presidenta fue lo que ocurrido alrededor de las manifestaciones en Los Ángeles. También hubo actores extralimitando estas narrativas cercanas a la oposición, pero más de corte tuitero. A diferencia de las elecciones judiciales en donde vemos periodistas que si bien pueden tener cierta presencia en redes sociales, además tienen un lugar privilegiado en medios de comunicación tradicionales.

Martín Zumaya es académico del Programa Universitario de
Estudios sobre Democracia, Justicia y Sociedad, de la UNAM.

Foto: Canal Once.

– ¿Qué tan grande fue esa tendencia y su impacto?  

-Son cuentas que tienen un número importante de seguidores, aunque tienen su propia audiencia, pero algo que también es muy común es que se queda justo en esas burbujas y es también la manera en la que funcionan estas plataformas. Tratan de recomendar o de llegar a personas que son cercanas a estas mismas ideas. Entonces, es difícil también medir de alguna manera cómo estas narrativas pueden romper esas fronteras, esas burbujas de eco. Y otra cosa que también sucede con las plataformas es la recomendación de este tipo de contenido a grupos antagónicos, porque estas plataformas se alimentan de la interacción de las personas. Hay personas que reaccionan de manera más visceral al ver una publicación de la que no es afín y se engancha, lo cual es algo que buscan las plataformas, pero en términos de medios, opinión pública, son narrativas que se van implantando en las personas usuarias con el interés de que llegue a otras escalas. Es algo que se vio hace tiempo cuando empezaron a salir justo toda esta serie de hashtags de narcopresidente. Hicieron el intento de posicionar cierto hashtag y de volverlo tendencia, por lo que hay casos en los que sí sucede y hay casos en los que no. Es el juego de utilizar estos medios para posicionar mensajes, romper esa burbuja y llegar a espacios ajenos a donde surgieron. En términos generales el impacto es difícil de medir sobre todo en el ámbito electoral. Algo que notamos en las elecciones intermedias pasadas fue que —según lo que nosotros pudimos analizar en ese periodo— los narcohashtags o la narconarrativa tuvo un impulso fuerte, pero en esas elecciones casi todas las gubernaturas se las llevó Morena, lo que llama mucho la atención es el hincapié que se le pone a este tipo de mensajes, pero los resultados electorales son otros. Pero lo que sí es cierto y eso tiene un impacto fuerte en la sociedad, es la construcción de sentidos en común, posicionando determinadas narrativas en redes sociales. Durante las elecciones de 2024 se posicionaron temas como #narcopresidente, #narcogobierno o #narcopartido, y si bien en esas elecciones en particular no tuvieron un impacto fuerte, sí se coloca esa idea en el imaginario de la sociedad.

-¿Cuáles son los temas principales utilizados para posicionar estos discursos?

El argumento de “La dictadura” o que si “Ya Somos Venezuela”. Así pasó con las campañas alrededor de las manifestaciones en Los Ángeles, en donde algo importante que llamó la atención, fueron las acusaciones contra la Presidenta, que no sólo vienen desde medios, redes sociales, sino también desde medios tradicionales o, incluso, desde actores políticos internacionales. Desde diferentes fuentes se alimentan esas narrativas, si bien, no tienen un impacto inmediato o medible en la sociedad, sí van construyendo en el imaginario, que después algunos grupos con ciertos intereses pueden explotar para manipular la opinión pública.

-La ciudadanía está indefensa ante estas campañas, cada quien ve lo que quiere, ¿no habría que buscar algún tipo de regulación?

-La ciudadanía como tal no está desarmada, las primeras herramientas que tiene la ciudadanía están en sus manos. Procurar un uso crítico de esas herramientas. No creer todo lo que viene en contra de lo que uno piensa, pero tampoco creer completamente todo lo que sale a favor de nuestras propias ideologías. El primero de estos filtros es el uso consciente de estas herramientas. Hay maneras que deberíamos utilizar para tener más poder en cuanto a la distribución de mensajes, lo que no es exactamente control sobre las plataformas ni sobre el contenido de las mismas, pero sí cómo se distribuye la información. Considero que buscar la regulación de los contenidos no es malo ni tampoco tiene un trasfondo necesariamente de censura, sino que se puede encaminar en la dirección correcta, la de promover una mejor convivencia y mejor comunicación entre las personas. Es necesario recordar que estas empresas son privadas, tenemos que preguntarnos como sociedad si queremos depender de empresas y de los medios privados como son las plataformas para la comunicación social y política de la sociedad.

Se analizó el impacto en redes del llamado de Salinas Pliego a no votar en la elección judicial. Foto: UNAM.

-Entre los temas que se debaten en el Senado sobre la Ley de Telecomunicaciones, se encuentran esas propuestas que usted comenta. 

-No, hay esfuerzos importantes desde espacios académicos, como en la UNAM, donde se han tratado de elaborar estas iniciativas tanto de ley como también propuestas para entender cuáles son los derechos digitales de los ciudadanos, y qué acciones podemos tomar como sociedad para protegernos. Desde luego que hay esfuerzos, podemos mencionar a la “Ley Olimpia” que ha sido un precedente importante como espacio seguro para la sociedad. El llamado es hacer un uso crítico de todas las plataformas y herramientas, de no asumir todo lo que escuchamos ni tampoco de creer todo lo que vemos; contrastar todos estos puntos de vista tanto positivos como negativos. También es necesario recordar que no toda la sociedad es X, México no es X. Es un requisito comparar la información, las narrativas que se reciben desde estos canales de comunicación.

-¿Estaría reproduciendo la actitud de Elon Musk?

-Es un poco diferente porque es claro que tiene ciertos medios a su disposición que los puede utilizar si él lo decide en algún momento para promocionar determinados discursos. En eso no lo había pensado, pero sí es muy similar cómo también Elon Musk, que tiene a su disposición X, puede hacer lo que sea necesario para posicionar a ciertos personajes o, incluso, nos podríamos preguntar: ¿Cuáles son los personajes o cuáles son las narrativas que no podemos ver? Se nos olvida que no dejan de ser empresas, son negocios, corporaciones con objetivos económicos, políticos y sociales. Se nos olvida esa dimensión de economía política de estas plataformas.

-¿En esta tendencia estaría Donald Trump con su propia red? No tiene televisora, pero tiene su propia red.

-Claro, también es interesante ese caso justo por la manera en la que se dirige a las audiencias en cada una de las redes. Es muy notorio cómo Donald Trump dentro de su propia red social se comunica de una manera más directa y estridente a diferencia de lo que puede presentar en algunos otros medios de comunicación. Pero sí, es otro ejemplo en donde otro personaje con poder económico tiene las posibilidades de poner su propio canal de comunicación.

-Recordamos a Javier Alatorre pidiendo no hacer caso a Hugo López-Gatell en plena pandemia de la Covid-19.

-Creo que es necesario pensar en medidas, que sin llegar a la censura y respetar la libertad de expresión, se emprendan acciones para que la sociedad tenga una mejor información.

También se revisaron los comentarios favorables en torno a la elección
judicial. Foto: UNAM.
14 de julio de 2025