Tras las revelaciones difundidas en la investigación TelevisaLeaks —en la que Aristegui Noticias documenta las campañas sucias de la televisora contra sus enemigos políticos—, líderes de opinión como Sabina Berman y Denise Dresser criticaron al consorcio por sus vínculos económicos con los intereses más oscuros de los gobiernos en turno.
Las revelaciones de TelevisaLeaks dadas a conocer en días recientes son producto de la filtración de Germán Gómez, un exempleado de la televisora que brindó a Aristegui Noticias más de cinco terabytes de comunicaciones internas de la empresa, generadas entre 2018 y 2024.
Berman acusa que Televisa siempre ha visto a la democracia “como un gran negocio” al venderse al mejor postor, ya fuera con el viejo régimen priista o sirviendo a la alternancia a partir del año 2000 con la llegada del PAN a la Presidencia.
“…Televisa y TV Azteca tenían y tienen otros negocios fuera de la ‘información’ y para favorecerlos canjean propaganda —y para ‘descontar a los rivales, les damos llegues’… en efecto, el neoliberalismo convirtió en un enorme negocio a la democracia”, escribe la dramaturga en su columna “Mapas abiertos”, del diario El Universal, publicada el pasado domingo.
De esta manera, las dos televisoras cobraban de “forma encubierta” a inicios de siglo “a cualquier político” entre 300 mil y hasta un millón de pesos, por una mención o una entrevista en vivo.
Sin embargo, destaca Berman, en la segunda década del siglo XXI hacen su aparición las redes sociales, las cuales se volvieron la “némesis” de la televisión comercial, y a las que las “audiencias más inteligentes” emigraron a “nuevos programas” que funcionan sin dinero para producción, pero “por amor a la libertad de expresión”.
“En el año 2018, López Obrador gana las elecciones sin haber pisado Televisa o TV Azteca más que dos veces en su campaña y gracias a las redes”, resalta la escritora, quien cuestiona si la televisora de Chapultepec reconocerá como de su propiedad a la empresa Metrics, “la fábrica de noticias falsas para el golpeteo político” que opera desde sus instalaciones (en el espacio denominado “Palomar”), bajo las órdenes de Javier Tejado Dondé, vicepresidente de la Oficina de Información a la Presidencia de Grupo Televisa.
Sabina Berman aprovecha para criticar también a medios como Latinus, del conductor Carlos Loret de Mola, y la revista digital Etcétera; pues el primero cuenta con recursos suficientes, pero de origen oscuro, y la segunda es financiada por Televisa —según la investigación de Aristegui Noticias—, para dedicarse a golpear a la izquierda.
“¿Cómo limpiar la conversación pública hoy dominada por mercenarios? Es odioso imaginar un control del gobierno. ¿Entonces quién debe informarnos de los delitos ocultos de los ‘informadores’?”, concluye la también conductora en el Sistema Público de Radiodifusión del Estado Mexicano.
Dresser critica el silencio sobre el tema
Por su parte, la académica Denise Dresser criticó la omisión de la mayor parte de los medios de comunicación sobre las revelaciones de TelevisaLeaks: “Cuántos callan sobre el papel que Televisa ha jugado en la política del país, ayudando a unos, difamando a otros y orquestando campañas negras cuando el poder se lo pide”.
En un artículo para el diario Reforma, publicado el pasado 5 de mayo, Dresser arremete contra la presunta participación del exministro de la Corte Arturo Zaldívar en la estrategia mediática de Televisa, para golpear a sus rivales al interior de la SCJN.
“El personaje más enlodado por la cloaca destapada es el exministro de la Suprema Corte y actual operador de la elección judicial en puerta. #TelevisaLeaks exhibe la colusión entre una televisora inescrupulosa y un político podrido”, afirma la politóloga en referencia a Arturo Zaldívar.
Rafael Maya