Daniel Almazán Jiménez
Ni siquiera durante la supuesta “renovación” del Partido Acción Nacional (PAN) este partido, dejo tratar a la gente como ilusa por no decirlo de otra manera, lo que deja ver a un PAN ciego y lo peor es que, la llamada “renovación” no trae nada de nuevo sino todo lo contrario ya que, algunos estiman una alianza en un futuro muy cercano con el empresario Salinas Pliego, lo que le daría a este partido que quiere mostrarse como nuevo, un toque más de élites que social, y no de compromisos con el pueblo y eso muestra a dicho partido como soberbio, ya que no ha querido ver que su verdadero problema es de fondo y no de forma y tan es así que, le apostaron a una campaña de mercadotecnia para anunciar con bombo y platillo su cambio de logotipo, como si su único problema fuera el diseño de su imagen.
¿Qué representa una imagen? En términos analíticos y teóricos, las imágenes son sólo signos, que, para cumplir con el objetivo de comunicar algo, debe obedecer a una composición entre un significante y un significado por lo que, no siempre una imagen comunica lo que el autor de dicho signo intenta. Es decir, una imagen contiene información y, muchas veces una historia, lo que produce pensamientos y sentimientos.
Por ello, toda imagen incita a una interpretación diferente, “tantas, como personas somos en el mundo” ya que, cada ser humano mezcla su lado cognitivo y personal para que, inconscientemente se narre el mundo que habitamos a través de una imagen. O sea que, uno lee y entiende las imágenes de acuerdo a nuestras experiencias o vivencias que ha tenido…
Tan es cierta esta teoría que, lo invito a ponerla en práctica para que narre usted mismo un mundo de color azul partiendo de la nueva imagen del PAN. En lo particular, voy a tomar mis experiencias y el mundo que he vivido y, confieso no encuentro la oportunidad de darle a este género periodístico de opinión, un lado positivo toda vez que, al ver el nuevo logotipo del PAN en automático se me viene a la mente corrupción, sangre, saqueo, traición, abuso, cártel inmobiliario y demás conceptos que usted guste y mande, de acuerdo al mundo que usted vive.
Con base en lo anterior, estoy convencido de que, el PAN en lugar de evocar o revivir una historia política-partidista con el rediseño de su logotipo, creo que era mejor dejar el discurso y la mercadotecnia a un lado y actuar en favor de la gente, demostrar con hechos que es un partido diferente y comprometido con los más necesitados no con un cambio de imagen porque ese no es el problema del PAN. Los panistas siempre están bien vestidos, peinados, arreglados y su logo no se veía mal pero, en fin decidieron darle una manita de gato a su imagen, aunque lamentablemente no ha sido así con su participación en las cámaras pues su respuesta es no a todo aunque la propuesta sea para un bien nacional pero, si proviene de Morena su voto es siempre en contra.
Y con lo anterior no me refiero a que el PAN debería cerrar filas con el partido oficialista porque eso sería antinatural para ambos. Quiero decir que el blanquiazul debería hacer una reflexión sobre su comportamiento del pasado para cortar de tajo y marcar su distancia de aquellos personajes que le han hecho tanto daño a ese partido que, para mostrar un nuevo rostro, debería mostrar (literal) nuevas caras, cuadros, ideología porque los mexicanos ya no son los mismos que vivían y pensaban como en 1939 cuando se fundó el PAN. Ahora, la gente ha cambiado en su forma de pensar ya se organiza, juzga y castiga a quien abusa. Ese sería un verdadero cambio de imagen.
En las cámaras, debería priorizar el debate y el intercambio de ideas y dejar atrás el no como respuesta a todo lo que venga de Morena porque no todo es malo en el partido guinda, de lo contrario, la gente con esa madurez ya lo hubiera castigado y no lo hizo sino todo lo contrario, reafirmó, con muchos más sufragios, seis años más de Morena.
Si el PAN hubiese querido en verdad, cambiar, lo hubiera hecho de fondo y no de forma solamente. Basta ver las fotos de los asistentes para darse cuenta de que su cambio no era el objetivo. En las fotos aparecen los mismos empresarios y políticos de siempre. Acción Nacional no tiene cuadros ni rostros nuevos ni posible candidato fuerte o débil para las próximas elecciones.
Ese es un problema de fondo y no el logotipo, al que sólo rediseñaron como un intento de querer mostrar un nuevo partido al que, sin duda alguna, le hace falta también una buena lectura de la novela de José Saramago “Ensayo sobre la ceguera” para darse una idea del caos que se crea, cuando se es indiferente ante la sociedad y se fomenta el individualismo, la falta de solidaridad y de ética en un partido o sociedad moderna y la vulnerabilidad de toda una civilización por falta de esos elementos tan importantes como el compromiso con los demás y no sólo con unos pocos.





