Javier Milei y Felipe Calderón: dos entrevistas a modo
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Javier Milei y Felipe Calderón: dos entrevistas a modo

Ivonne Acuña Murillo

Para nadie es un secreto la ocurrencia de entrevistas hechas a modo por periodistas “leales” a los gobernantes en turno. Es el caso reciente de Javier Milei, presidente de Argentina, y Felipe de Jesús Calderón Hinojosa, expresidente auto impuesto de México. El primero, en un intento por hacer control de daños, y el segundo buscando aprobación para volver a su país natal.

Comencemos con Milei, quien se ha visto involucrado en lo que el sociólogo estadunidense John B. Thompson llama un “escándalo político”, al cual define como “aquellas acciones o acontecimientos que implican ciertos tipos de transgresión (moral), que son puestos en conocimiento de terceros y que resultan lo suficientemente serios para provocar una respuesta pública” (2001).

Aplicando esta definición al caso de Milei, encontramos, primero, que cometió más de una transgresión moral al “difundir” en redes sociales, a decir de él mismo, una nueva criptomoneda, $LIBRA, y afirmar que este “proyecto privado se dedicará a incentivar el crecimiento de la economía argentina, fondeando pequeñas empresas y emprendimientos argentinos”.

La primera transgresión radica en la promoción de intereses privados desde su investidura como presidente de una nación, violando abiertamente la Ley de Ética Pública de su país. La segunda ocurrió cuando la inversión en la que se vieron involucrados sus seguidores, 4 millones aproximadamente, se convirtió en una criptoestafa, a partir de la cual, 74,698 personas perdieron 286 millones de dólares, de las que 25 invirtieron 1 millón de dólares cada una.

Siguiendo a Thompson, aparece un elemento oculto hecho público: la relación de Milei y su hermana Karina Milei, Secretaria General de la Presidencia de la Nación, de quien se presume cobra importantes sumas de dinero a empresarios para “contactarlos” con su hermano el presidente (algo parecido a lo que hacía Marta María Sahagún Jiménez, esposa del expresidente Vicente Fox Quesada, en Los Pinos), con personajes asociados a este tipo de inversiones como el empresario estadounidense Hayden Mark Davis de Kelsen Ventures, quien en un video dijo ser asesor del presidente Milei y haber pagado buen dinero a Karina y Mauricio Noveli, CEO-dueño de un centro financiero donde trabajaba Milei.

El conocimiento de esta relación y sus implicaciones en la estafa mencionada provocaron que un número importante de personas se sintieran ofendidas, por lo que a todas luces parece un abuso por parte de quien decía defender los intereses de las y los argentinos. Un ejemplo lo ofrecen las más de 100 personas que decidieron demandar al presidente Milei por fraude. Todo lo anterior ha supuesto una respuesta pública, desde la cual se ponen en entredicho la reputación de quien se presentó como “un gran economista”, así como su capacidad para continuar al frente del Gobierno.

 Un escándalo político, afirma Thompson, pasa por dos fases: una cuando estalla (se hace público aquello que permanecía oculto) y otra cuando se busca hacer control de daños, y es aquí donde la entrevista hecha el 17 de febrero de 2025 a Milei por el politólogo, periodista y conductor argen tino de radio y televisión Jonny (Joni, Johnny) Viale (Jonatan Maximiliano Goldfarb), ganador del “Premio Martín Fierro de Oro Latino” y el “Martín Fierro Latino” por su labor periodística en televisión, entregados por la Asociación de Periodistas de la Televisión y Radiofonía Argentina (Aptra), y con una trayectoria periodística de poco más de 16 años, cobra relevancia.

Se hizo evidente, con sólo seguirla, que la entrevista fue pactada entre los equipos de Milei y Viale para permitir al primero superar el escándalo producido por la criptoestafa, lavarle la cara y recuperar el control de la comunicación política interrumpida una vez estallado el escándalo.

Lo anterior se constata cuando, al parecer, alguien interesado en “fastidiar” al presidente argentino publicó la entrevista completa, incluyendo el segmento en el que se observa cómo Santiago Caputo, asesor de Milei, detiene la entrevista para recordar lo pactado (preguntas a modo) y para asesorar a un político que parece no poder responder por sí mismo a los cuestionamientos hechos por el señalado periodista, cuya reputación y figura pública se han visto severamente dañadas.

Algunas afirmaciones de Milei durante la entrevista pusieron de manifiesto su intento por evadir la responsabilidad que como primer mandatario tiene al “difundir” un emprendimiento privado cuyos pormenores no “había interiorizado”, según escribió después de borrar el primer mansaje publicado en la plataforma de “X” donde publicitaba la criptomoneda $LIBRA. Intentó transferir dicha responsabilidad a las personas que al leer su texto decidieron invertir para luego perderlo todo, sosteniendo que: “Si vas al casino y perdés plata, ¿cuál es el reclamo si sabías que tiene esas características?”

Para mala suerte de Milei, algunas de las frases que pronunció durante la entrevista se han vuelto virales, aquí algunas de ellas: “Yo no soy un experto en criptomonedas, mi especialidad es el crecimiento económico”; “No hay 44 mil damnificados, como mucho son 5 mil”; “Tengo que levantar filtros y poner murallas, no puede ser tan fácil llegar a mí”; “Que nos investigue la Oficina Anticorrupción, incluido a mí mismo”. Contrario a lo esperado, Milei solito se fue hundiendo más y más, minimizando los daños y afirmando no tener conocimiento sobre aquello que “difundió”, esperando que sus seguidores invirtieran en la criptomoneda, cuyo nombre coincide con su signo zodiacal.

Mala apuesta la de Milei, que al hacer un mal control de daños aumentó el escándalo provocado por su implicación en una estafa digital, ensuciando aún más su maltrecha reputación. No se sabe aún si progresarán las operaciones que la oposición política al mandatario argentino han iniciado para hacerle juicio político y retirarlo del cargo, y si las demandas de particulares en su contra se traducirán en acciones legales que lo lleven a la cárcel, pero lo que es un hecho es que de este escándalo político no se librará tan fácilmente.

Un segundo personaje, o personaje de segunda si se prefiere, que ha acudido a una entrevista en medios para lavar su imagen es Felipe Calderón quien al llegar Andrés Manuel López Obrador a la presidencia, decidió poner tierra de por medio y mudarse a España, por si acaso se llevaban a cabo juicios políticos en México en contra de expresidentes.

La entrevista fue realizada el 16 de febrero de 2025 por Yordi Rosado, conductor y productor mexicano, quien en su canal de YouTube, de acuerdo con información publicada por el sitio YouTubers.me cuenta con 4 millones, 200 mil suscriptores y mil 327 millones 613 mil 24 reproducciones, lo cual podría explicar por qué se le eligió para conversar con el expresidente, cuya imagen en la esfera pública no es de las mejores en función de la guerra que detonó en contra del narco y la delincuencia organizada, desatando una enorme inseguridad y un baño de sangre que no encuentran solución.

Otra razón para preferir a Rosado sobre otros comunicadores o periodistas puede ser la manera trivial y superficial con, que convierte todo en un chiste, restando gravedad a los temas más profundos y permitiendo a sus entrevistados explayarse en aquello que más les interesa.

Así ocurrió en su sección denominada, precisamente, “La entrevista”, en la cual sostiene “entretenidas” conversaciones con gente del entretenimiento, la cultura y la sociedad. La conversación con Calderón se encuentra en la plataforma de YouTube bajo el título “Felipe Calderón, memorias de un expresidente”.

Tuvo tiempo suficiente, llevado hábilmente por Rosado en lo que puede considerarse también como una entrevista pactada, para presentarse al público como una persona venida desde abajo, de la llevada y traída cultura del esfuerzo. Para ser visto como un ser humano igual a cualquier otro y para enterarnos de que, desde joven, acostumbra a andar en bicicleta y que, viviendo en España, no ha dejado esa sana costumbre en su trayecto a impartir clases; de la experiencia de su padre “el utópico”; de su madre quien lo disciplinaba y de su perfil como estudiante “matadito”, el de los dieces y nueves; de cuando Margarita Ester Zavala Gómez del Campo, su esposa, les explicó a sus hijos que “vamos a prestarle tu papá a México 6 años” para “servir a los demás”.

De su anécdota respecto de su decisión de “enfrentar” y no “tolerar” a la delincuencia, y del día en que un militar le hizo saber que pretendían reclutarlo para “disparar un misil contra el avión presidencial”, a lo que Rosado replicó “¿cómo crees?”. En respuesta, Calderón decidió no interrumpir su viaje en helicóptero sin antes pedirle al camarógrafo de Cepropie que lo grabara diciendo “María, Luis Felipe, Juan Pablo, si ustedes llegan a ver este video es que algo malo, muy malo me pasó.

Pero quiero que me recuerden como alguien que estaba cumpliendo con su deber…”. La frase fue interrumpida por Rosado quien, con cara de incredulidad, dijo “No me digas”. No podía faltar el comentario y el pie para que Calderón contara lo que se siente ser presidente. Se podría inferir que la intención última de Calderón, acudiendo al espacio y seguidores de un influencer como Yordi Rosado, es volver a vivir en México lavando antes su imagen. Después de ver la entrevista entre Rosado y Calderón, es imposible dejar de lado un episodio, guardada toda distancia, en el que el expresidente Carlos Salinas de Gortari (1988-1994) fue entrevistado por el historiador e intelectual orgánico Héctor Aguilar Camín, a quien se dice “apapachaba” con millones de pesos durante el sexenio de su sucesor, Ernesto Zedillo Ponce de León (1994-2000).

Se afirma “guardada toda distancia”, pues no es lo mismo conversar con un influencer que con un estudioso de la política, con muchos más seguidores el primero que el segundo; ni es lo mismo intentar volver durante el último sexenio priista que durante el segundo periodo de la Cuarta Transformación; ni en una época en que la comunicación política fluía sólo por los medios tradicionales: prensa escrita, radio y televisión, que ahora cuando a esos medios se suman las nuevas redes sociales, las cuales han ampliado enormemente la esfera pública y sus audiencias, además de permitir replicar, un mensaje como los enviados por estos expresidentes.

Cabe recordar, que no le funcionó a Salinas de Gortari el “regreso triunfal” de Irlanda, pues como respuesta el presidente Zedillo, se cuidó de encarcelar a su hermano Raúl Salinas de Gortari por el supuesto asesinato de José Francisco Ruiz Massieu, su excuñado y entonces secretario general del PRI, en septiembre de 1994.

La pregunta obligada, haciendo un símil, es si en la actual administración se tomará alguna medida para impedir el regreso de Calderón a México o se le dejará actuar, como ha hecho hasta ahora, con total impunidad aprovechando el fuero que le concede su condición de expresidente. En el mismo tenor, cabe preguntarse por la respuesta de la ciudadanía y la clase política ante los intentos por lavarse cara y manos de Felipe Calderón.

En ambos casos, el de Milei y el de Calderón, se buscó a comunicadores cuya alta popularidad, a pesar de que Viale no tiene el número de seguidores que Rosado, se encuentra en un buen momento respecto de su labor periodística para realizar entrevistas a modo, tal vez pagadas, que permitieran salvar la reputación de un presidente y un expresidente auto impuesto, cuyas acciones de gobierno no les dejan muy bien parados.

*Doctora en ciencia social.

Referencias Thompson, J. B. (2001). Escándalo político: poder y visibilidad en la era de los medios de comunicación. Paidós.

25 de marzo de 2025