En un artículo publicado por Manuel Jáuregui, en el diario Reforma, se informa que el “Premio de la Paz”, un nuevo galardón creado por la Federación Internacional de Futbol Asociación (FIFA), se le entregará al presidente de Estados Unidos, Donald Trump por “su trabajo excepcional y extraordinario” para unir a las personas del planeta.
El autor recuerda que Trump no ganó el premio Nobel de Paz, y que en su lugar le fue entregado a la venezolana María Corina Machado. Jáuregui señaló que incluso el presidente de la FIFA, Gianni Infantino, dijo antes de que se anunciara al ganador del “Premio de la Paz” que Trump “se lo merecía”.
Según el articulista, la FIFA nunca había entregado un premio semejante, además de que, en el pasado, la misma Federación ha resaltado por muchas polémicas, principalmente por corrupción.
El galardón será entregado el próximo 5 de diciembre en el Centro Kennedy para las Artes, en Washington D.C., en paralelo con el sorteo de equipos para el Mundial de Futbol 2026, que se celebrará en México, Estados Unidos y Canadá.
Jáuregui cuestiona la naturaleza del premio, pues argumenta que Infantino sólo busca congraciarse con el presidente estadunidense para obtener algún beneficio. “¿Acaso la decisión de Infantino significa que el líder de cualquier país futuro que se postule como anfitrión de un Mundial recibirá el ‘Premio FIFA de la Paz’?”, se pregunta el autor.
Por otro lado, el columnista asevera que la FIFA se desprestigiará aún más si decide entregarle este premio a Trump, y como quedó demostrado -destaca- sólo se creó para dárselo al magnate estadunidense.
Sin embargo, Infantino no sólo juega así con el republicano, también lo hace con las otras dos administraciones: la canadiense y la mexicana.
Jáuregui recuerda las palabras de la representante de México ante la FIFA, Gabriela Cuevas, quien comentó que en nuestro país habrá mucha algarabía, y que todo, incluyendo la transmisión de los partidos, será auspiciado por el gobierno de la República.
No obstante, el columnista de Reforma asevera que todo tiene un propósito electoral: “Mal pensados quienes crean que tanta magnanimidad se explaya SIN fines electorales”.
Todos podrán ver los partidos, pero “¿quién pagará los derechos de transmisión? ¿La FIFA-Infantino los regalará al gobierno para que éste salude con sombrero ajeno?”, escribe el autor.
Abraham Pensamiento





