El presidente electo de Estados Unidos, el republicano Donald Trump ha advertido que mantendrá y ampliará las acciones legales contra medios de comunicación y periodistas, porque según él, distorsionan sus declaraciones y lo atacan de manera injustificada. Es el caso del reciente acuerdo entre ABC News y Trump, donde la cadena aceptó pagar 15 millones de dólares y emitir una disculpa pública a favor de Trump.
La demanda de Trump en contra de la cadena informativa se originó por comentarios del periodista George Stephanopoulos, quien dijo que Trump había sido responsabilizado por «violación sexual» en un juicio civil en Nueva York. Los abogados del republicano argumentaron que, “bajo la legislación neoyorquina”, fue hallado culpable de asalto sexual y difamación, pero no de violación.
El acuerdo ha generado inquietud entre expertos legales y defensores de la libertad de expresión en Estados Unidos porque el conservador electo mantiene amenazas de demanda en contra de otros medios.
Oliver Darcy, analista de medios, advirtió que la capitulación de ABC News podría incentivar a Trump y sus aliados a lanzar «un asalto sin precedentes contra la prensa libre». Por su parte, el abogado especialista en derecho de libertad de expresión, Floyd Abrams, calificó el resultado como «una gran victoria para Trump», que podría desatar una ola de demandas similares en el futuro.
Trump también amenazó al periódico Des Moines Register y a la encuestadora J. Ann Selzer, a quienes acusa de manipular resultados de encuestas preelectorales desfavorables hacia él. Además, sugirió que podrían anularse licencias de transmisión a estaciones de televisión que, según su criterio, “publican mentiras” o muestran un sesgo marcado.
Las declaraciones y acciones han generado alarma entre organizaciones de derechos civiles y periodistas, que temen que este tipo de medidas represivas puedan limitar la cobertura crítica del próximo gobierno y afectar gravemente la libertad de prensa en Estados Unidos.
Advierten que esas amenazas y acciones legales apuntan a una estrategia más amplia de Trump para confrontar a medios que considera hostiles. La combinación de demandas millonarias, declaraciones públicas y propuestas de investigación por parte de sus aliados y simpatizantes, en donde se plantea un escenario sin precedentes para la relación entre el futuro gobierno y la prensa.
Aunque no existen amenazas directas de Trump hacia medios de comunicación mexicanos, este tipo de acciones legales podrían generar un efecto intimidatorio a nivel regional. La defensa conjunta de la libertad de expresión y la solidaridad entre medios internacionales serán clave para enfrentar cualquier intento de censura o intimidación.
Sarah Reyes