Este 20 de mayo se conmemora el Día Mundial de las abejas, con la intención de sensibilizar a la población sobre la relevante función que cumplen estas pequeñas criaturas dominadas por el sentimiento del deber, la organización y la resiliencia dentro de sus comunidades.
Ellas son las encargadas entre otras cosas de garantizar la seguridad alimentaria y el equilibrio en los ecosistemas.
Maurice Maeterlinck, escribe en La vida de las abejas (Ariel), un ensayo para conocer “un mundo aéreo, optimista y exterior”, profundizando en la dinámica dentro y fuera de la colmena, estudiando sus querencias, observando sus caminos y desvelando sus misterios.
Con respeto y cortesía, relata sobre el reino de ese enjambre siempre presidido por una reina: sus costumbres, su trato hacia las demás abejas, su custodia fiel hacia obreras y soldados, su lujo y hasta su muerte.
Anne Sverdrup-Thygeson, ha investigado por décadas a los insectos que ocupan un mundo escondido; sin embargo, son esenciales para mantener la vida en la Tierra. En Terra Insecta (Ariel), dedica un capítulo al estudio de las abejas, donde la autora narra sus asombrosas contribuciones y nos enseña por qué debemos cuidarlas mejor.
Demostrando que son, simplemente, los engranajes que hacen que el mundo gire. Sin las abejas y otros insectos, los humanos y los animales morirían.
En el maravilloso libro ilustrado Amor animal (Planeta Junior), de Ángeles Quinteros, las abejas tienen un lugar especial: de una manera cercana y comprensible para los pequeños lectores, la autora explica comprensible el proceso de selección de las Abejas Reinas y su dinámica de producción de jalea.