El gobierno del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, reiteró su apoyo al primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, pese a que fue acusado por la Corte Penal Internacional (CPI) de ser un criminal de guerra por el genocidio en la Franja de Gaza desde el 7 de octubre de 2023. Sin embargo, el gobernante israelí enfrenta una caída de su popularidad entre la población estadunidense, incluida la comunidad judía.
Esta semana, Trump y Netanyahu se reunieron en Washington, por lo que las calles de la capital estadunidense fueron cerradas con camiones, mientras que legisladores del Partido Demócrata y el senador independiente Bernie Sanders despotricaron contra el primer ministro israelí.
“Esta es la tercera vista de Netanyahu a Washington este año. Criminales de guerra no deberían ser bienvenidos por cualquier presidente o Congreso. Debería rendir cuentas por sus crímenes, no tener estrados. Es más que vergonzoso”, escribió la legisladora demócrata Ilhan Omar en redes sociales.
Mientras que Sanders declaró: “Recordemos que Netanyahu ha sido acusado de ser un criminal de guerra por el Tribunal Penal Internacional… Trump, como Biden antes que él, ha apoyado y auspiciado al gobierno extremista de Netanyahu, que sistemáticamente ha matado y causado hambre de civiles en Gaza. Es un día vergonzoso en Estados Unidos”.
La visita del premier israelí inició el pasado lunes cuando le entregó a Trump una carta que envió al Comité del Premio Nobel de la Paz para la nominación del magnate estadunidense por su intervención en el genocidio de los palestinos y, así como él, también el gobierno de Pakistán hizo lo mismo, lo que sólo despertó críticas de medios de comunicación que criticaron que el gesto de Netanyahu fue para obtener la aprobación de EU a su ofensiva en Gaza, a la vez que sigue asediando a Cisjordania, además de que quiere continuar con su ofensiva belicista contra Irán.
No obstante, la reunión fue un esfuerzo del primer ministro por recuperar simpatía en territorio estadunidense, algo que él mismo reconoce que ha perdido, según su declaración al representante de la Cámara Baja de EU, Mike Johnson: “Ha habido un esfuerzo concertado para promover vilipendio y demonización contra Israel en medios sociales”.
Asimismo, Netanyahu se reunió con líderes judíos y representantes de la comunidad cristiana, lo cual fue de suma importancia para él, según lo declarado en una entrevista por el asesor de Bernie Sanders y vicepresidente del Center for International Policy, Matt Duss: “La reunión es de gran interés para Netanyahu, porque ésta es su base real en Estados Unidos, los sionistas y los cristianos evangélicos derechistas”.
Esto ocurre justo después de que el Pew Research Center registró que la mayoría de judíos estadunidenses no creen en el gobierno del primer ministro, mientras que hay una abrumadora mayoría de evangélicos cristianos que sí lo apoyan.
Sin embargo, los resultados de la encuestadora demuestran que, desde que comenzó su asedio contra Gaza, 53% de estadounidenses tienen una opinión desfavorable contra Netanyahu, un 42% más desde 2022, un año antes de los ataques de Hamás el 7 de octubre de 2023.
Al mismo tiempo, la popularidad de Israel entre los demócratas ha disminuido de manera considerable, según escribió Peter Beinart en The New York Times: “En 2013, según Gallup, los demócratas simpatizaban con Israel sobre los palestinos por un margen de 36 puntos porcentuales”, y agregó que “en febrero, Gallup encontró que los demócratas simpatizan con los palestinos sobre Israel por un margen de 38 puntos porcentuales”.
Según un sondeo de febrero pasado de The Economist y YouGov, 46% de los demócratas desean que EU reduzca la asistencia militar a Tel Aviv y sólo 6% favorecen incrementarla.
En tanto, la elección de Zohran Mamdani para la alcaldía de Nueva York por el Partido Demócrata sorprendió a la cúpula política en EU, que lo tachó de “antisemita” por sus comentarios contra la ofensiva militar de Israel sobre Gaza. Pero es interesante que su elección contó con el apoyo de la comunidad judía, que es una de las más grandes fuera de Tel Aviv.
Igualmente, otra manera de observar el deterioro de la popularidad del proyecto sionista de Netanyahu es que esta semana, los tres millones de agremiados a la National Education Association votaron a favor de romper todas sus relaciones con la Anti-Defamation League, organización judía de derechos civiles, lo que implicaría dejar de utilizar la antediluviana estrategia del gobierno de Israel de juzgar “antisemita” cualquier comentario contra el genocidio palestino.
Abraham Pensamiento