Abraham Pensamiento
El doctor en Geografía por la Universidad de la Sorbona de París Federico Fernández Christlieb ha dedicado buena parte de sus investigaciones a analizar el futbol desde una mirada cultural. Su trabajo académico no sólo es extenso, sino que además de contar con al menos cinco libros de su autoría y ser jugador no profesional, es una de las voces más críticas dentro del análisis deportivo, particularmente del futbol. A propósito del Día Internacional del Periodista Deportivo, que se conmemoró el pasado 2 de julio, Zócalo platicó con Fernández Christlieb sobre la relevancia que tiene el futbol en la sociedad mexicana y su trascendencia en el mundo. Para el también maestro en Historia de México por la UNAM, el futbol ha sido cooptado por los consorcios empresariales, que sólo ven sus intereses por sobre los de la afición y los jugadores.
-El periodismo político y social, e incluso el de espectáculos, es mejor valorado que el periodismo deportivo. ¿Qué se debe hacer para que el periodismo deportivo tenga mucha más relevancia en los medios de comunicación? Usted no es periodista deportivo, pero sí ha estado relacionado con esta profesión.
-Creo que el periodismo en México es muy malo. La queja que veo en general contra todos los periódicos es que no ponen mucho el contexto de la noticia. Entonces te dicen que hubo un bombardeo aquí o allá, y el contexto no aparece muy bien. En el caso del deporte, los lectores siempre están muy familiarizados con el deporte que les gusta, por lo que siguen directamente los periódicos o las redes que hablan de los temas que les interesan, no sé con precisión qué podría hacerse para mejorar, sin embargo, me parece que, por un lado, es necesario darles más contexto a las notas, ponerlas en contexto del país, o sea, el futbol no se da en el éter, se da en un país que tiene ciertas características.
-¿Qué piensa de que el próximo Mundial de Futbol se celebrará en México por tercera ocasión?
-Como espectador, pero también como jugador, porque todavía “cascareo”, me da muchísimo gusto que sea el primer país en donde se haya jugado dos veces un Mundial, y el primer país en donde se haya jugado tres veces un Mundial.
-Se denunciaron en su momento presuntas irregularidades en las altas cúpulas de la FIFA para que la sede del último Mundial fuera en Qatar. Recordemos que dirigentes de ligas nacionales, regionales e internacionales, incluidos el presidente y vicepresidente de la FIFA, fueron acusados de recibir sobornos durante más de dos décadas. ¿Cómo ve los actos de corrupción en la organización de estos torneos?
-No es exclusivo del futbol; es el tiempo que estamos viviendo en el que los grandes consorcios se apoderaron de todo, por ejemplo, de la minería, de la informática, de la construcción, de los gobiernos, mientras que el futbol en México es un fenómeno manejado por la iniciativa privada. Entonces, todo esto se relaciona con los consorcios, y en el mundo entero funciona un poco parecido: son ellos los que van a decidir por dónde les conviene, según los cálculos de ingresos que vayan a tener. Sobre Qatar, yo no he hecho ninguna investigación al respecto, no tengo muchas ideas, salvo lo que he visto en documentales públicos, lo que leí en la prensa a través de estos años, y obviamente uno sospecha y dice “¿por qué le tocó a ese país?”. Ya después salieron algunas de las razones. Igual la propuesta de México, Canadá y Estados Unidos, debe haber sido un cálculo de los consorcios para sacar la mejor parte de las ganancias, por lo que el siguiente Mundial será igual. De forma que son cálculos de balance económico y político a los que les dan mayor importancia. Afortunadamente, en algunos de estos lugares hay mucho público, como en México o en EU, pues son mexicanos o son inmigrantes; en Canadá también son inmigrantes, entonces… creo que sí ha habido corrupción, pero no puedo probarlo, no tengo ninguna prueba, no he hecho ninguna investigación al respecto, pero sí lo veo en todos los demás rubros de la economía mundial. Todo está globalizado, todo obedece a mercados que están muy bien calculados para que las ganancias las obtengan los mismos de siempre.

-¿Qué opina de que la FIFA está implicada en otros escándalos de corrupción que tocan directamente a Televisa? El expresidente de la televisora Emilio Azcárraga es investigado por el Departamento de Justicia de EU por haber entregado 15 millones de dólares en 2017, para obtener las transmisiones de los Mundiales de 2018, 2022, 2026 y 2030.
-Forma parte de lo mismo… o sea, son transacciones y decisiones que no son claras porque son privadas… creo que el futbol tendría que ser declarado como un bien público porque lo hace la gente; el futbol lo hicimos todos los que hemos jugado en la calle, los parques, los llanos, es decir, nosotros somos los que hicimos a ese deporte, después de eso, esos equipos se hicieron profesionales por razones distintas, también porque la época del profesionalismo los marcó. Ahora son equipos globales, mientras los que no sirven los tiran a la basura, Yo soy atlantista (aficionado del desaparecido equipo Atlante), entonces sé muy bien cuando estoy hablando del llano, pero igualmente sé muy bien lo que es que hayan tirado a tu equipo a la basura.
-¿Qué piensa de los escándalos que ha habido en la Federación Mexicana de Futbol? Por ejemplo, el director de la Cooperativa Cruz Azul está prófugo desde 2020, recientemente se aprehendió a dos de sus colaboradores y hubo tratos turbios entre el extinto INAI y la Femexfut. ¿Eso afecta a nuestro deporte?
-Claro que lo ha afectado, no este hecho en particular del Cruz Azul, sino todo lo que tiene que ver en el contexto internacional y nacional. Por ejemplo, en nuestro país, ¿te parece que es gratuito que tengamos tan malos equipos de futbol y tan mala Selección Nacional? No lo es. Esto obedece a un contexto en el que las ganancias siguen bien, pero no tiene relevancia el futbol, así como ocurre con los estadios, en algunos casos hay estadios vacíos, mientras que en Monterrey se llenan casi cada partido por otras razones culturales: la gente va porque necesita estar ahí, pero no es esa gente lo importante para los consorcios, para los dueños de los equipos, lo importante son las ganancias, si no viene gente a los estadios les da igual. Las ganancias con los boletos es algo mínimo en comparación con la ganancia en las transacciones, la publicidad, la televisión, las marcas, los acuerdos, las apuestas, todo eso forma parte de lo mismo. Es un mundo en el que se está midiendo todo a partir de decisiones verticales que vienen de los grandes consorcios…
-¿Qué opina de que en México los empresarios sean dueños de equipos, aunque su actividad económica sea otra y no se enfoquen en el futbol? Por ejemplo, tenemos a Ricardo Salinas Pliego (dueño de TV Azteca) con el Mazatlán, a Grupo Orlegui con el Atlas, y América Móvil quees accionista del Pachuca, entre otras corporaciones…
-No les interesa el futbol, les interesa el negocio, es como si hubieran comprado una fábrica de refrescos o de cemento o un predio para hacer un gimnasio, lo importante es lo que ellos calcularon en sus ingresos. Entonces, eso muestra, primero, un desprecio tremendo por el futbol, por los millones de mexicanos que sí nos gusta, que sabemos de él y que forma parte de nuestra cultura. El asunto cultural es muy importante porque es un bien común, un bien público… es como si se intentara privatizar el maíz, que es un bien público, que forma parte de nuestra cultura, o la Virgen de Guadalupe, o si quisieran (privatizar), qué sé yo, algunos sones jarochos y algunos ritmos de otras partes que son tradicionales, que vienen desde el siglo pasado, que forman parte de nosotros… ¿Para qué sirve un bien común? Para darle identidad a las personas a través de un equipo o una Selección, por ejemplo. No obstante, es un bien común porque el deporte bien organizado es un factor de cohesión social, de modo que es un factor de salud social y de salud física también. Hay países, como Canadá, por ejemplo, donde el deporte, el futbol en particular… ahora es una política pública en la que hacen canchas de futbol por todos lados para que jueguen los inmigrantes, porque los canadienses no tenían ni idea del futbol, pero los inmigrantes sí, por lo que los dejan que llenen esas ligas con equipos de El Salvador, Guatemala, Nicaragua, México, Brasil, Irán, Marruecos, de la exYugoslavia, Serbia, Croacia, todos esos países donde sí hay mucho futbol; Canadá está lleno de eso. Y para nosotros tendría que ser eso, un país con tan alto grado de obesidad y diabetes, de obesidad infantil, por ejemplo, en vez de abandonar a los niños —aunque ahora ya se hizo algo en las escuelas para la alimentación— tendría que haber una organización intensiva de torneos y de canchas de futbol, o sea, en la ciudad se siguen construyendo centros comerciales, (pero) la pregunta es: ¿por qué no hicieron ahí un parque para jugar futbol? ¿Por qué no hay una planeación urbana que permita esas actividades? Al contrario, los grandes consorcios se apoderan de esto, en este caso los supermercados y las plazas comerciales se apoderan de esos espacios: del Parque Delta en la Ciudad de México; el Parque Delta era un estadio de beisbol, eso servía también para crear cercanía con la gente, lo demolieron e hicieron una plaza comercial, de tal manera que las afectaciones son enormes para la ciudadanía, pero los consorcios ganan mucho más, ya no se trata de cohesión social, sino de dinero nada más.
-¿Qué opina de que la Femexfut transgrede abiertamente la Ley Federal del Trabajo en su artículo 296, fracción tercera, que establece que si un jugador es transferido a otros clubes, le corresponderá una remuneración de 25 a 50% de lo que se pague por él, pero los clubes en México sólo dan el 10%?
-Eso también es parte de la corrupción, porque nada más ven a los jugadores como una herramienta para seguir aumentando su dinero. Todo forma parte de la misma atmósfera global y capitalista con estilo neoliberal, que no te deja ser; sin embargo, la cultura no es algo rentable ni tampoco el deporte, pero cuando se convierte en un negocio, en un espectáculo de masas, entonces ya empieza a ser interesante para ellos. Desconozco el tema, pero ciertamente los futbolistas son unos pequeños instrumentos para que ellos ganen dinero, no les merecen ningún respeto, pero por desgracia, nuestros futbolistas tienen una educación deficiente, una visión ciudadana muy pobre en donde les importa más su propio crecimiento, muchos de ellos han crecido con esta visión global-neoliberal; les han hecho creer que lo más importante es el individuo, no la colectividad. Ellos creen que van a ser el individuo triunfador, no obstante, cuando llegan a lo más alto, creen que están en el pináculo y que va a ser eterno y en unos años, a veces muy rápido, quedan fuera de la jugada. Yo quisiera resaltar, no a los que sí han llegado a jugar en Primera División, aunque sea un partido, sino a los miles que no han podido llegar, que son excelentes futbolistas, excelentes seres humanos, y que algo les faltó, les hicieron alguna cosa, o no pudieron pagar para debutar. La conclusión es que los futbolistas son la penúltima cosa que les interesa, ya que lo último es la afición.

-¿Qué mecanismos hay en nuestra Liga de Futbol para que se respeten los derechos de las y los jugadores?
-No conozco ninguno, conozco la historia de algunas intenciones de hacer asociaciones de futbolistas, hombres principalmente, hace ya más de 10 años. En el caso de las compañeras futbolistas, pues es aún más claro el hecho de que no son importantes, no les importa, pues ni siquiera les importan los futbolistas por más destacados y por más que aporten a sus dividendos; éste es un problema de género típico también de una sociedad como la nuestra.
-¿Qué espera del deporte en nuestro país para los próximos años?
-Esperaría que hubiera una inversión pública verdadera e importante en los comités de los distintos deportes, por lo que yo considero que, más que eso, es una inversión en cohesión social, por lo que tendrá que haber más deporte, más pistas atléticas, más parques, más estadios, pero, sobre todo, más canchas públicas para que los niños comiencen a jugar en vez de estar viendo la pantalla todo el día. Esa es una inversión absolutamente necesaria, sin embargo, como no da frutos inmediatos, no lo ven. Si tú haces mil canchas en este sexenio no se van a ver los resultados en este sexenio, por lo contrario, van a verse dentro de dos o tres sexenios, pero esa es una visión de Estado, responsable y comunitaria. Por ejemplo, en nuestras comunidades rurales sí ven cosas de ese tipo. Acabo de estar en Oaxaca, donde los torneos de basquetbol son muy importantes para esas localidades, son lo único que hay organizado, ahí sí ha habido inversión de Estado para hacer la cancha y para hacerles techo. En el último sexenio hubo muchas construcciones de techos en canchas de basquetbol en el medio rural, por lo que los resultados son los esperados: tenemos a la gente jugando y eso está bien, es una prueba de que el deporte tiene una vertiente de cohesión social. El asunto de traer a los niños a lo que les es natural: correr, jugar, frustrarse con la derrota, respetar al contrario, jugar en equipo, esas son cosas fundamentales, parte central de la educación.
-¿Cómo ha percibido al gobierno actual en su apoyo al deporte?
-No siento que haya habido un gran cambio entre este sexenio con el anterior, aunque en los periódicos sí veo las críticas, pero muchos de los periódicos, como decíamos al principio, critican al gobierno nada más porque es el gobierno.